El Instituto Politécnico Cristo Rey es un referente en la formación en Valladolid desde 1940. En la actualidad se ofrecen todos los niveles de la educación obligatoria y postoblogatoria: Ed. Infantil, Primaria (sección bilingüe) Secundaria (sección bilingüe), Bachillerato (Ciencias e Ingeniería y Humanidades y Sociales), Formación Profesional Básica (Electricidad-Electrónica, Fabricación y Montaje; Mantenimiento de Vehículos), Ciclos de Grado Medio (Instalaciones de telecomunicaciones, Instalaciones electrotécnicas y automáticas, Mantenimiento Electromecánico, Mecanizado, Electromecánica de vehículos automóviles) y de Grado Superior (Administración de sistemas informáticos en red, Automoción, Mantenimiento Electrónico, Mecatrónica, Programación de la producción en fabricación mecánica, Sistemas electrotécnicos y automatizados, Sistemas de telecomunicación e informáticos). Todos los niveles están concertados lo que, junto con la amplia oferta educativa, hacen de Cristo Rey un centro único y singular en el que un alumno puede comenzar su formación en Infantil y terminarla cursando un ciclo de Grado Superior. Cristo Rey es pionero en Castilla y León en la modalidad de Formación Profesional Dual. Es el centro educativo privado de Castilla-León con mayor número de alumnos cursando actualmente este modalidad de FP. Cristo Rey forma parte de la red de centros de la Compañía de Jesús en España, con los que trabaja en colaboración y coordinación. Un Colegio de la Compañía de Jesús inspira su vida y acción educativa en la visión dinámica de Ignacio de Loyola en relación con el mundo de hoy y funda su planteamiento educativo en los elementos esenciales que constituyeron el proceso de maduración humana y cristiana del propio Ignacio: experiencias, interiorización, comunicación y acción. Los Centros de la Compañía tenemos un origen común. Nuestra procedencia no es sólo una convergencia histórica en el pasado. Hemos recibido una herencia originaria que en sus líneas maestras conserva su vigor en la actualidad. La importancia de la educación es la misma que Ignacio y sus compañeros vieron al fundar la Compañía, como proceso para lograr hombres que se miden por su verdadera libertad interior para servir. Educar es cooperar con Dios en formar «hombres para los demás», conscientes de sí mismos y del mundo que les rodea y comprometidos en la tarea de su transformación hacia una sociedad fraterna y justa.