Corría 1957 y en el Ecuador, la visión de dos prestigiosos inmigrantes alemanes se juntaba para crear, el 1 de junio, Acero Comercial Ecuatoriano S.A. La empresa inicio con la comercialización del hierro y sus derivados: acero, planchas, tubería; además de accesorios para la construcción, válvulas, sanitarios, griferías, placas, eternit, entre otros productos. Las primeras oficinas, modestas como las de cualquier negocio que está iniciando, estaban ubicadas en el Centro Histórico de Quito, ahí trabajaron alrededor de 18 colaboradores. Con el pasar del tiempo y según aumentaban las necesidades de la industria y la construcción, las líneas de productos se incrementaban al igual que el personal. Eran ya 30 empleados que debieron trasladarse a un nuevo local. En 1971, el “boom” petrolero desencadeno un importante crecimiento en el ámbito industrial, que se reflejó también en la expansión de Acero Comercial Ecuatoriano S.A. Nuevamente tuvo que trasladar sus oficinas, bodega y almacén a las avenidas Mariana de Jesús y 10 de Agosto, donde funciono por alrededor de 35 años. Además se creó una sucursal principal en Guayaquil, un local que brinda todas las facilidades al cliente de esa urbe, la costa y el austro ecuatoriano. Un gran reto fue construir unas modernas instalaciones con el fin de reafirmar el compromiso del servicio al cliente, y así lo hicieron. En mayo del 2006, Acero Comercial Ecuatoriano S.A., abrió las puertas de su nueva casa en Quito Acero Comercial Ecuatoriano S.A. se posiciona en el mercado como una compañía sólida, confiable y con los más altos estándares de seguridad y calidad en todas sus áreas. Proveedores, clientes y personal reafirman su compromiso de trabajo para continuar incursionando con éxito en el mercado ecuatoriano.