Inmerso en lo que al tiempo llamé: “LA TRAMPA DE LA FALSA PRODUCTIVIDAD” o bien: “SER UN EMPRESARIO ESCLAVO”. Me vi trabajando tiempo completo por ganar más y ser más productivo. Y entre más tiempo trabajaba, más descuidaba los aspectos de la vida que me hacen persona: salud, familia, vida social, espiritualidad, motivación, autorrealización, bienestar, calidad de vida, felicidad… Desesperado, acabé buscando respuestas que me liberaran en libros, audiolibros, conferencias, cursos, diplomados… busqué en todos lados por años. Y descubrí que lo que me tenía en esa posición, era mi falso entendimiento de la palabra “LIDERAZGO” y cómo ponerlo en práctica. Descubrí que todo mundo habla de liderazgo pero muy pocas personas lo comprenden, y pocos facilitadores y consultores te dicen cómo aplicarlo y medirlo. Entonces entendí que sólo quien ha decidido ser empresario y conocido la trampa de la falsa productividad, puede ayudar a otros a salir de ahí. Y decidí fundar el CENTRO DE LIDERAZGO CREATIVO. No teníamos tan clara la respuesta entonces, pero había que dar el primer paso… Casi 10 años después, habíamos ayudado a más de 2,500 empresarios, y ya teníamos una fórmula clara (infalible me atrevo a decir), para disfrutar nuestro ejercicio empresarial, elevar nuestra productividad y la de nuestras empresas, y mejorar nuestra calidad de vida. Habíamos logrado hacer del liderazgo algo tangible, medible, aplicable. Pero faltaba algo…