El despacho fue fundado en 1995 por Cristina Almeida y Ana Clara Belío con el objetivo de ofrecer a los particulares servicios jurídicos con la calidad de los grandes bufetes. Los más de veinte años de ejercicio profesional nos han permitido acumular amplia experiencia en la resolución de las dificultades que atraviesan las familias y que pueden requerir conocimientos en derecho de familia, laboral y penal, entre otros. Hemos crecido hasta conformar un equipo de más de veinte profesionales, cuya experiencia y presencia activa supera los 200 años, y que entre todos, gestionan más de 500 procedimientos al año, cuidando a cada cliente como si fuera único. En estos años hemos llevado más de 6.500 casos y más de 5.000 clientes ha acudido a nuestro despacho. Podemos afirmar que el crecimiento de ABA Abogadas se debe a que nuestros abogados han sabido interpretar los cambios legislativos y las necesidades de los clientes ofreciendo soluciones creativas para enfrentarse con éxito a un sistema judicial complejo, en el que no cabe emplear fórmulas estándar. La razón de la existencia de ABA Abogadas es dar soluciones a los conflictos de las familias. Aportamos valor al cliente, explorando todas las alternativas para lograr acuerdos y de no ser posible buscando el mejor camino para su total satisfacción del cliente. Todo ello con una inquebrantable capacidad de lucha. Trabajamos para personas preocupadas por problemas graves. Por eso no sólo las asesoramos, también las escuchamos y les ofrecemos apoyo emocional. Nuestros clientes necesitan que nuestras socias y abogados estén disponibles y dispuestos a dar un consejo o, a veces, simplemente a escuchar. Por eso nos tienen muy, muy cerca. Sabemos que cada persona es diferente, cada familia es diferente, cada caso es diferente y por ello, nos lo tomamos muy en serio: Con calidad, con compromiso, con disponibilidad total, con cercanía. La única forma de vivir la abogacía de familias. Es profesional, es personal.