La Barra Mexicana no ha dejado de adaptarse a los cambios sociales desde su fundación en 1922. Actualmente lleva a cabo diversas actividades destinadas a sus miembros en su labor profesional, a vincular la labor de los abogados con la sociedad y el gobierno, a proponer mejoras constantes a las leyes y al sistema judicial que nos rige y a difundir el conocimiento actualizado de las diversas ramas del Derecho a la comunidad jurídica de México con capacitaciones certificadas en seminarios impartidos por connotados abogados. Mantiene relaciones constantes con los tres Poderes de la Unión, en todos los niveles de gobierno, con Barras asociadas en todo el país, con agrupaciones internacionales de abogados, así como con instituciones no gubernamentales de la más diversa índole, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Lleva a cabo congresos nacionales e internacionales, seminarios y diplomados, así como diversas actividades académicas, ya sea por cuenta propia o en conjunto con prestigiadas instituciones educativas de México y el extranjero. Otorga anualmente el Premio Nacional de Jurisprudencia para reconocer a los abogados, barristas o no, cuya trayectoria profesional constituye una aportación significativa para los valores del Derecho. Convoca también al Premio Nacional al Mejor Trabajo Jurídico, para reconocer la aportación de la creación literaria jurídica. Vela por el Derecho y la Justicia, mediante la orientación legal gratuita y la difusión de dichos valores a personas físicas de muy escasos recursos, así como a personas morales dedicadas a la atención de grupos vulnerables por medio de la Fundación Barra Mexicana. Uno de los objetivos principales de La Barra es de velar por el buen nombre de la profesión y procurar que el ejercicio de la abogacía nunca se aparte de los más estrictos preceptos de moralidad y se ajuste a la doctrina de la ciencia jurídica.