El roble es una casa creada para favorecer el encuentro y la reflexión. Su estilo rústico, con aberturas de madera y ladrillo a la vista, presenta un estilo de campo pero en la ciudad. Sus espacios cálidos invitan a la intimidad y al reposo. Decorada con cuadros vivos y muchos colores, la casa se convierte en un lugar abierto a la creatividad, la contemplación y el disfrute de la vida. El amplio jardín nos regala un agradable contacto con la naturaleza. Rincones con arbustos y flores recrean la vista y entre antiguos árboles se destaca frondoso el gran roble que da nombre a la casa. Usos. La casa es apta para la realización de jornadas de trabajo, encuentros de reflexión y formación, cursos de capacitación, conferencias, retiros espirituales, jornadas de coaching, cursos de autoayuda, actividades artístico-culturales, muestras de arte y fotografía, y todo tipo de actividades vinculadas con el desarrollo integral de las capacidades personales y el trabajo en grupo. Priorizamos el uso para grupos de jóvenes y adultos. Capacidad. La casa cuenta con capacidad para alojar a 20 personas con noche incluida. Para dormir se distribuyen en 6 cuartos, uno con capacidad para dos personas, tres con capacidad para tres personas, uno para cuatro personas y otro con capacidad para cinco personas. Si fuera una jornada de jóvenes con colchones se puede extender a 25. Para jornadas durante día la casa tiene capacidad para unas 40 personas.