Portia, ubicada en las tierras burgalesas de Gumiel de Izán. El terreno en que se asienta la bodega es un elemento estratégico, ya que está situada en una loma de manera que parte de sus elementos más importantes están enterrados de forma natural. Portia cuenta a lo largo y ancho de la Ribera de Duero con 160 hectáreas de viñedo propio de Tinta Fina del País donde los granos nacen y maduran al sol del mediodía. Norman Foster diseñó esta bodega vanguardista y generosa, como sugiere su nombre latino, símbolo de la ofrenda, pero también innovadora y luminosa tal como se considera a la séptima luna de Urano. Portia representa un total compromiso con el respeto a la tierra y a los astros, con la silenciosa labor de la madera - roble americano y francés - el hormigón, el acero y el vidrio, en las fases intensas y profundas de fermentación, envejecimiento y crianza de un tempranillo ya reconocido y premiado en el mundo de la enología. Portia es una estrella con luz propia dentro del Grupo Faustino, un edificio de tres plantas con sus tres brazos medio enterrados en el propio relieve del terreno que lo acoge, confiriéndole así unos valores ecológicos de aprovechamiento térmico óptimo.