Definirse es limitarse. El humano está en constante cambio. Sin embargo, puedo definirme como resiliente, empática, existencialista y creativa. Amo las historias, porque sé que existe una por cada persona que habita, es decir, millones de formas de relacionarnos con el presente. La fotografía ha sido para mí el medio para tomar consciencia de muchas cosas en la vivencia del proceso en las que se convierten las vicisitudes, un equilibro fundamental en mis constante evolución como persona. Siempre tengo presente la frase que Oscar Wilde le escribió en una carta en 1890 a un tal Morgan, que decía: "Haz algún sacrificio por tu arte y te será recompensado, pero pide a tu arte que se sacrifique a sí mismo por ti y obtendrás una frustración mordaz" y la fotografía lo que ha sido para mí en momentos tan difíciles, es un equilibrio durante y después de los sacrificios, una constante metamorfosis. Lo más hermoso del arte es eso, precisamente, cómo nos conectamos con nosotros en el ejercicio constante del encuentro con los otros y que muchas veces lo que hacemos sin darnos cuenta es inspirar a otros con nuestra historia y con nuestro arte. El arte es una cadena, es una conexión. ¡Qué viva el arte! hola@daniela-clarke.com