Hacemos que las marcas rompan barreras acercándose a la gente que quieren, que establezcan relaciones amigables y duraderas, acabando definitivamente con el paradigma de la comunicación de una vía. Conversando descubrimos estrategias, diferenciadores, insights, ideas, historias, incluso gráficas y guiones, con el simple hecho de conversar. Saber hacerlo es tan poderoso, porque mientras aprendes, enseñas, buscas, encuentras y puedes darte el lujo de ser predictivo. La gente se aleja de las marcas BOTs, o de los chats que los tratan con fórmulas, como con respuestas mecánicas y frías. La conversación produce información, más completa que los cuestionarios o formularios de los briefs, la conversación nos da las soluciones a los problemas más complejos, la conversación nos inspira en cada proyecto para alcanzar los objetivos más ambiciosos. La comunicación no es solo escuchar, ni observar a los consumidores, es hablar con ellos, y hacer que se sientan como personas que hablan con personas. Conversando, convences; haces amigos, te luces, te enamoras, te sientes mejor, te entretienes, te acercas, te diferencias, eres más productivo y más efectivo. El propósito es que todo lo que hacemos, más que hable o dé de qué hablar, converse.